La planta de tratamiento de aguas residuales de Córdoba se encuentra en construcción. Foto: Apolinar Velazco |
Por Apolinar Velazco
No sólo el olor a café es el que se respira en Córdoba. Detrás del aroma de este grano que hace a la ciudad una de las más emblemáticas de Veracruz, se esconde una realidad y es que aquí, como en muchos municipios de la Zona Centro del estado, los malos olores por contaminación con aguas residuales, están a la orden del día; requiriendo de las autoridades acciones concretas para mitigarlos.
Con una población de 196 mil 541 habitantes, esto de
acuerdo con el Censo de Población y Vivienda realizado por el Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) en 2010 y más de 400
años de fundación; Córdoba aguarda por una planta de tratamiento.
El proyecto va en un 60 por ciento, según informó semanas atrás la
Comisión de Agua de Estado de Veracruz (CAEV), quien en conjunto con la
Comisión Nacional del Agua (Conagua) e Hidrosistema de Córdoba, ejecutan el
Sistema Integral de Colectores Sanitarios y Planta de Tratamiento de Aguas
Residuales de la Zona Conurbana, proyecto que asciende a los 400 millones de
pesos aproximadamente.
Acceso a
los servicios básicos
Los números ofrecidos por la organismo hídrico local
señalan que del número total de usuarios, 45 mil 982 son usuarios domésticos, 4
mil 79 son comerciales, 38 industriales, 78 pertenecen a instituciones públicas
y 118 a unidades educativas. De igual manera revelan que unos 5 mil no cuentan
con sistema de drenaje, los cuales pertenecen mayoritariamente a suscriptores
residenciales con 41 mil 93; 4 mil 5 a comerciales, 38 industriales, 72
instituciones públicas y 105 planteles educativos.
Miguel Ángel Rodríguez Tood, director de Hidrosistema
de Córdoba, manifestó que este es una situación que están tratando, pues hasta
ahora no se había podido resolver. Desde su punto de vista, los usuarios
domésticos junto con los comerciales son los responsables de vaciar el 80 por
cierto de aguas residuales a los afluentes que atraviesan la ciudad, mientras
que el restante corresponde a los demás suscriptores. Aclaró que las fábricas
asentadas en la cabecera municipal cuentan con sus propias plantas de
tratamiento, por lo que las descargas que lanzan a los ríos van saneadas.
El estudio de ingeniería básica que se elaboró en enero
de 2009 como parte del proyecto de colectores pluviales, detalla que
hidrológicamente, Córdoba pertenece a la Subcuenca del Río Blanco (RH-28
Papaloapán) y que por esta región pasan tres causes importantes: el Río Seco,
San Antonio y Blanco. La calidad de agua del primero de éstos, que es afluente
del Río Atoyac rivera abajo, está catalogada como “aceptable- contaminado”, de
acuerdo con los indicadores de la Conagua.
Por su parte, el diagnóstico del proyecto ejecutivo desarrollado en febrero
de 2011 por la empresa Velasco S.C. MAV, detalla que el sistema de alcantarillado
de ciudad y su zona conurbada está constituido por una red de atarjeas de casi
140 kilómetros, mismos que dan una cobertura superior al 85 por ciento de los
usuarios, “que actualmente descargan sus aguas crudas a las diferentes
barrancas y escurrimientos naturales, contaminando el medio ambiente y
generando enfermedades e inconvenientes graves a la población”.
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