>>> Miguel Ángel de Alba, fundador de la Red Mexicana de Periodistas Ambientales, asegura que el reto es bajar el lenguaje científico a la gente
Por Apolinar Velazco
Durante el Segundo Encuentro Rrulac, el comunicador ambiental explicó las limitantes que enfrenta este periodismo. Foto cortesía de UniRadio. |
Para el periodista ambiental y fundador de la Red Mexicana de Periodistas Ambientales, Miguel Ángel de Alba, el desarrollo de este campo de la comunicación social se ve limitado por la falta de espacios en los medios masivos y también, por la falta de capacitación a los profesionales que trabajan en éstos.
Desde su punto de vista, “es muy difícil de disponer de tiempo para capacitarse cuando la mayoría de los periodistas tienen que entregar entre siete y diez notas diarias a sus redacciones para que le paguen su salario”. Alguien con una carga laboral de esta naturaleza, apuntó, tendrá pocas aspiraciones de seguir su formación académica.
El comunicólogo que esté interesado en el medio ambiente tiene que saber un poco de biología, del clima y de disciplinas que incluso pudiera creerse que no está relacionadas con éste, como las matemáticas y las estadísticas, pero que en realidad son vitales para poder desarrollarlo, dijo de Alba a los presentes en el II Encuentro de la Red de Radio Universitaria de Latinoamérica y el Caribe (Rrulac), celebrado en Bogotá, Colombia el pasado 2, 3 y 4 de octubre.
En su conferencia magistral, el integrante de la Asociación Internacional de Comunicadores Ambientales y de la Red de Comunicación Ambiental de América Latina y el Caribe (Recalc), apuntó que desde estas organizaciones, sus miembros están haciendo uso de las plataformas digitales como el correo electrónico para intercambiar experiencias y conocimientos y en algunos casos, realizando trabajos colaborativos encaminados a establecer la realidad actual del Periodismo Ambiental en la región .
“Esto también nos permite ver las cuestiones forestales, de agua, minería, porque nos permite comparar experiencias de Argentina, Brasil, México, Colombia y enriquece mucho el trabajo”, sostuvo el ponente originario del país azteca quien además señaló que el “gran reto” del periodista está en aprender cómo comunicar a la sociedad lo que el científico le explicó y ya comprendió. “La respuesta es muy simple, vamos bajando el lenguaje para el común de la gente, para la gente que tenga menos educación”.
Tomando como ejemplo su experiencia profesional como director de impresos, manifestó que les pedía a sus colaboradores que las notas que escribieran se las dieran a leer al personal del aseo, si éste las entendía, entonces cualquiera podría entenderlas y por otra parte, comentó que los “científicos locos”, a esos que vemos inmiscuidos en su propio mundo, son personas normales, de tal manera que no hay que temerles, sino más bien acercárseles.
Miguel Ángel de Alba recomendó que al momento de establecer una conversación con alguien del mundo científico y más si se trata de una entrevista, se debe elaborar una serie de preguntas que ayuden a “meterlos” en el tema que nos interesa tratar y pedirles que bajen su nivel de lenguaje, “claro que lo podemos hacer y tenemos que hacerlo” porque debe comprender que trabajamos para un medio de comunicación que cualquiera puede leer, escuchar o ver y no para uno especializado.
“De nada nos sirve que nos dé una nota, donde nos esté hablando con un lenguaje técnico que solamente ellos van a entender. Hagamos que no diga para qué demonios va a servir la investigación que está haciendo, si la gente no la puede aplicar en su casa o en su ciudad, entonces que nos diga cuál es su aplicación real que va a tener esa investigación que está haciendo”, sugirió.
A su juicio, es mejor hacerle esta petición al investigador que interpretar lo que quiso decir y es que como recordó en su presentación, la principal queja de los científicos es que los periodistas cambian el sentido de sus declaraciones. “Entonces hagamos que las diga y para ello, tenemos que establecer una relación muy fuerte con ellos, me atrevería a decir, que hasta de amistad y van a ver que de verdad es gente de este mundo”, insistió.
En presencia de estudiantes y académicos de la Pontificia Universidad Javeriana, así como de otros países de América Latina; resaltó la creación de la Maestría en Periodismo Ambiental, que hace dos años puso en marcha la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), México, a la que asisten a intercambiar conocimientos, no sólo comunicadores sociales, también biólogos, oceanólogos, metereólogos, agrónomos, entre otros.
Este ejercicio de socializar conocimientos entre los participantes y de ellos con investigadores, acotó que en primer lugar, les ayuda a perder el miedo para posteriormente llevarlo a práctica de día a día, donde se establezca el vínculo periodista- investigador. “Al final, los producto van a ser muy buenos, su trabajo va a ser mejor y el medio, pero sobre todo la audiencia, se los va a agradecer”, aseguró finalmente.
Que tal, me parece muy interesante la nota, el hecho que las publicaciones de grado científico puedan ser comprendidas por cualquier tipo de audiencia, como seres humanos necesitamos las aplicaciones ya que no toda la gente tiene la habilidad de identificar o entender lo que se pretende decir en cuestiones profesionales y/o científicas, excelente nota!
ResponderEliminarPodrías pasarme tu celular nochmx
ResponderEliminar¿Quién eres?
ResponderEliminares vdd Apolinar nos vemos limitados por el trabajo y eso no, nos deja tiempo para seguir preparandonos
ResponderEliminarLa divulgación científica siempre ha quedado limitada, desgraciadamente. Factores como los que aquí mencionas, Apo, son parte de lo que ha generado la aversión de los sociedad a estos temas, digamos que no hemos educado a los lectores, a los receptores de la información como sí se hace en otras áreas, por ejemplo en asuntos políticos, económicos, culturales... Falta mucho por hacer y muy poco tiempo para lograr la concientización que tanta falta nos hace en los asuntos ambientales. EXCELENTE NOTA! Hay que seguir en esto
ResponderEliminar