Las tala clandestina y la deforestación para la siembra de diferentes cultivos ha provocado la pérdida de cientos de hectáreas de bosque de pino. Foto: Cortesía Emilio Zilli. |
Por Apolinar Velazco
La
acelerada tasa de transformación de los bosques del Pico de Orizaba en tierras
para el pastoreo de animales y simplemente en pastizales, ha hecho que este
parque nacional haya perdido en ocho años cerca de 750 hectáreas,
principalmente de Pinos. 90 por ciento de esta transformación fue causada por el
hombre y sólo un diez por ciento por los incendios forestales.
Los
resultados arrojados en el reporte final titulado Tasa de cambio de uso del sueloen el Parque Nacional Pico de Orizaba, Veracruz, México en el periodo 2003-2011, demuestran
que en este lapso se perdieron 679. 2 hectáreas de bosque de pino y bosque de
pino secundario pasando a ser pastizales y áreas agrícolas y más de 73
hectáreas naturales dejaron de existir por consecuencia de las llamas.
Segmentando
el periodo analizado, el estudio elaborado para la Comisión Nacional de ÁreasNaturales Protegidas (Conanp) y con el apoyo del Instituto de Ecología A.C., señala
que entre 2003 y 2007 la pérdida de vegetación ocupó 190.4 hectáreas,
triplicándose esta cantidad entre 2007 y 2011 cuando se perdieron 607.6
hectáreas de vegetación.
Los
investigadores Rafael Patraca, Carlos y Oscar Muñoz, César Gallo y José Ponce, no
sólo evidenciaron los cambios ocurridos en el área definida como parque
nacional, también vieron el deterioro ambiental ocurrido en los cinco
kilómetros próximos a los límites de bosque protegido.
En
esta extensión, según explicaron en el documento divulgativo publicado en 2011,
209.1 hectáreas pasaron a ser pastizales y tierras agrícolas, siendo la mayor
afectación producto de la corta ilegal de especies maderables y por los
incendios; en tercer lugar estuvieron las actividades agropecuarias.
Hasta
2012, la Conanp contabilizaba en 10 mil 944 hectáreas de superficie forestal del
Parque Nacional Pico de Orizaba, un 55.83 % del polígono total de su territorio.
Por su parte las tierras dedicadas a la agricultura y la ganadería cubría 2 mil
207 hectáreas, un 11.26 % del uso del suelo dentro de la reserva natural.
10 mil 944 hectáreas de superficie forestal le quedan al Parque Nacional Pico de Orizaba, un 55.83 % del polígono total de su territorio. Foto: Apolinar Velazco. |
66 años en el olvido
Aunque fue declarado parque nacional hace 76 años, no fue
sino hasta hace diez años (1993) cuando se inició su manejo y se asignó
personal para trabajar en la región. En el reporte final los autores agregan
que durante el periodo en que el careció de este manejo, “fue un sitio
de recolección y extracción de flora y fauna para abastecer a poblaciones
pequeñas, sin generar impactos negativos en los ecosistemas presentes”.
Esta
realidad cambió con el aumento de la población ya que las necesidades básicas
de alimentación y espacio han ido en crecimiento y muestra de ello son los
núcleos urbanos asentados en sus faldas. Entre las décadas de 1960 y 1970, “la región fue sometida a una intensa y
permanente deforestación que impactó los ecosistemas y su biodiversidad”.
La interrelación entre suelo, clima y vegetación se vio afectada al reducirse
las superficies forestales de manera drástica, sustituyéndolas por parcelas
agrícolas.
Los
doctores y biólogos enumeran que la década de 1980 y primera mitad de 1990,
estuvo marcada por la tala clandestina de los árboles para la construcción de
casas, la elaboración de carrocerías para camionetas y la fabricación de
muebles y demás artículos para el hogar y transporte de mercancías del campo.
Las
extensiones boscosas, explican, fueron sustituidas por la siembra de cultivos
de papa, maíz, trigo, cebada, avena, haba y chícharo, la cría de caprinos y
ovinos.
Ambas
actividades introducidas por los pobladores de la zona, desde sus puntos de
vista, “han sido los elementos más importantes
de presión sobre los recursos forestales, a los que se suman en la actualidad
los incendios forestales”.
Las actividades agropecuarias también han contribuido al cambio de bosques por pastizales para el ganado, principalmente ovino. Foto: Cortesía Emilio Zilli. |
El
Programa de Manejo del Parque Nacional Pico de Orizaba presentado por la Conanp
en 2012, expone que desde el punto de vista demográfico, “se ha observado un acelerado crecimiento poblacional en las ciudades
de Orizaba y Córdoba, además de otras sitios como Mendoza, Nogales, Maltrata,
Coscomatepec, Calcahualco y Ciudad Serdán; mientras que por la parte del estado
de Puebla, las ciudades Tlachichuca y Atzizintla, principalmente”. Además
puntualiza que, “las actividades de
restauración actuales presentarán una costosa labor”.
Reconocen que además del modelo agrícola tradicional, la
tala clandestina y el libre pastoreo e incendios, que llevan a la contaminación
y pérdida de la calidad del agua, la erosión de suelos y la pérdida de recursos fitogenéticos; existen otros problemas de carácter gubernamental, que se
traducen en la, “falta de apoyo para
llevar a cabo investigación aplicada que proporcione herramientas para el
manejo sustentable de los recursos naturales y la diversificación productiva en
las zonas en donde se lleva a cabo agricultura y en la zona de influencia”.
Al insuficiente apoyo gubernamental para la investigación
ambiental se suman otros de corte sociocultural, es decir, “no existe suficiente apoyo para generar y aplicar proyectos
productivos que beneficien a las comunidades locales. La problemática se complica
ya que además muchas actividades, especialmente en áreas de uso público, no
están reguladas; no existe cultura ambiental entre los habitantes locales y
usuarios del parque”.
El diagnóstico concluye finalmente que más allá de la
coordinación interinstitucional que existe entre gobiernos municipales,
estatales y dependencias como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Secretaría del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (Semarnat)
y la Comisión Nacional Forestal (Conafor); es imprescindible, “reforzar algunas acciones conjuntas como
vigilancia y seguridad a los turistas, ello fomentaría el turismo,
especialmente el extranjero”.
Muy bien Apo, saludos de tu amigo Mau :D
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